La
meditación de la sonrisa interior, es una práctica taoista, que
permite mejorar nuestra salud.
Los
maestros taoistas nos enseñan que, cuando se sonríe, los órganos
producen una secreción similar a la miel, que nutre todo el cuerpo,
con la sonrisa interior, se estimula las emociones positivas. Cuando
tienes emociones negativas (enfado, miedo, estrés…) los órganos
producen una secreción venenosa que bloquea los canales de energía
La práctica consiste en sonreir a los
diferentes órganos y partes del cuerpo, tal y como explicaremos a
continuación.
Las
siguientes instrucciones están basadas, en su mayoría, en
indicaciones de libros y vídeos del Maestro taoísta Mantak Chia
POSICIÓN Y CONSEJOS:
-Elegir un lugar tranquilo y donde no te molesten.
-Llevar ropa cómoda, no debe apretar la cintura. Conviene quitarse el reloj, las gafas…cualquier objeto que nos apriete e impida circular la energía.
-Sentarse en el borde de una silla. Los genitales no deben apoyarse porque son un centro de energía importante.
-Las piernas deben estar separadas y los pies apoyados sólidamente en el suelo.
-Sentarse con la espalda lo más recta posible, con los hombros relajados y la barbilla ligeramente hacia adentro.
-Las manos se colocarán cómodamente en el regazo, con la palma derecha sobre la izquierda. Puede resultar más cómodo para la espalda y los hombros elevar la postura de las manos con un cojín.
-La respiración debe ser normal. Hay que cerrar los ojos. Durante la concentración la respiración debe ser suave, larga y tranquila.
-La lengua irá en el paladar, conectando los meridianos DU y REN y los dos hemisferios del cerebro.
PRÁCTICA
SENCILLA
1.-Respiramos tranquilos
y suavemente por la nariz, buscando la relajación
2.-Una vez relajados,
nos concretamos en el entrecejo e intentamos imaginar una situación
del pasado que nos haya hecho feliz o que nos haya hecho reír,
puede ser cualquier cosa, una situación, el recuerdo de un chiste o
una imagen creada por nosotros que nos haga sonreir, como la de un
bebé riéndose o un paisaje hermoso.
3.-Procuramos mantener
esa sensación, sonreímos con la comisura de los labios y transmitimos esa sensación al entrecejo durante unos momentos
4.-Poco a poco, vamos
transmitiendo esa sensación a la totalidad de los órganos en el
siguiente orden: corazón, pulmones, riñones, hígado y
bazo-estómago
5.-A la vez que les
sonreímos a los diferentes órganos, les damos las gracias por el
servicio que nos prestan
6.-Se puede hacer todos
los órganos seguidos, si conseguimos mantener la misma sensación
del principio o, se puede volver, entre órgano y órgano, al
entrecejo, donde volveremos a crear la imagen que nos hizo sonreír
para, entonces, transmitirla al siguiente órgano.
7.-Para terminar la
práctica es importante almacenar en el ombligo la energía de la
sonrisa, para ello, nos concentramos
en la zona del ombligo, en el DAN TIEN. Movemos mentalmente la
energía en una espiral hacia afuera, alrededor del ombligo, 36
veces. Las mujeres han de realizar el movimiento de la espiral en
sentido opuesto a las agujas del reloj y, los hombres, en la dirección
horaria. Cambiamos después la dirección del movimiento de la
espiral y llévela otra vez al ombligo, girando 24 veces.
Esta sería la primera
práctica, en post posteriores indicaré prácticas más avanzadas.
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